También tenemos guerras...
lunes, 6 de junio de 2011, 20:08
Guerras médicas
Durante la antigüedad, la mayor amenaza del mundo griego fue Persia, un imperio poderoso con su mirada puesta en la expansión. Pero durante las guerras médicas de 490-480 a.C., el equilibrio del poder cambió inesperadamente. En una serie de campañas osadas en Maratón, Termópilas y Salaminas, los griegos defendieron exitosamente el continente de la amenaza de los invasores.El significado de su victoria fue enorme. Antes de esto, los griegos eran una serie de ciudades-estado independientes –con frecuencia rivales- carentes del sentido de identidad nacional. Luego de la guerra, comenzaron a reconocer su similitud cultural. Se identificaron orgullosamente como “Griegos” y desarrollaron un sentido de confianza, que devino en los grandes logros culturales de las 3ra y 4ta centurias a.C., particularmente en Atenas. Si los persas hubiesen ganado, el antiguo legado de la democracia griega, el arte y el drama, que han influenciado el mundo moderno tan profundamente, nunca podría haber sido creado.
y como consecuencia...
Guerra del peloponeso
Las guerras del Peloponeso constituyeron la Guerra Mundial de la Antigua Grecia. La lucha duró 27 años, desde el 431 hasta el 404 a.C., involucrando naciones del mundo griego, y llevándose a cabo no sólo en la Grecia continental, sino en parajes tan lejanos como Sicilia y Bizancio.La política fue la raíz del problema. Atenas se había convertido en la ciudad griega más rica y poderosa, y su sistema democrático de gobierno había sido ampliamente copiado; lo que constituyó una alarma para las oligarquías tradicionales como las de Esparta. Reclutando aliados de la región griega de Dorian, Esparta formó la Liga del Peloponeso y declaró la guerra. En respuesta, Atenas se unió con los griegos de la región del Egeo y del oeste de Asia Menor, para luchar bajo la Liga de Delos.
Fue una guerra desgastante, con una falta de tecnología militar que hacía que los progresos fueran lentos y dificultosos. Ambos bandos ganaron batallas pero, al final, Esparta derrocó a Atenas del poder, para tomar el control de una Grecia exhausta.